¿Nos hizo J. D. Salinger el amor?

21.01.2021

La Parata

Por José Vizcaíno

¡Ay! ¡Qué sería de nosotros sin la visión que tenemos del escritor romántico! Ese escritor que da rienda suelta a los placeres para que la musa llegue y le dé alguna idea para escribir algo que merezca la pena. Tenemos el extremo de Bukowski, el cual se entregó al desenfreno hedonista y a los vicios; pero también encontramos la otra cara de la moneda, en la cual perfectamente puede aparecer este hombre; y es que J.D. Salinger no fue un escritor al uso. Es bien conocido por la genialidad que nos dio, llamada también The catcher in the Rye, de la cual casi todo el mundo ha oído hablar ya sea para bien o para mal.

Nos encontramos, primero de todo al autor, el cual podemos ver que no tenía una personalidad al uso. Él mismo decía que el oscurantismo y el anonimato es la segunda cosa más valiosa que le pueden conceder a una persona; y es que hasta llevó esta idea al extremo, poniendo como ejemplo cuando denunció a Ian Hamilton por publicar algunas de sus cartas personales en el libro J.D. Salinger. A Writting Life. Todo este oscurantismo, mediante el cual intentó rodear su vida sólo hizo que poco a poco el público intentase conocerle más. De hecho, tras su salto a la fama con la novela antes mencionada, lo que hizo fue mudarse a un rancho en Cornish (New Hampshire) y dedicarse a escribir historias y relatos que jamás llegó a publicar.

De hecho, su figura llegó a calar tan hondo que incluso se convirtió en todo un personaje en la cultura popular, se realizaron películas donde podemos ver que ciertos personajes han sido basados en él, como por ejemplo en Finding Forrester, vemos que el protagonista es ciertamente parecido en cuanto a forma de vida con Salinger (recomendación personal, sobre todo por la gran interpretación del hombre más sexy del siglo XX, el escocés Sean Connery); o incluso hemos podido ver su representación en la serie de Netflix Bojack Horseman, donde aparece el mismo Salinger alegando que su muerte en 2010 solo fue una noticia falsa que él mismo ideó para que lo dejasen completamente en paz, llevando al absurdo todo el tema de su obsesión en cuanto a su vida alejada de los focos. Además, en la serie sobre nuestro hombre-caballo favorito, el personaje va desarrollando un gusto por participar en la vida de Hollywoo llegando a ser el presentador de un programa de éxito en la televisión dentro del universo de Bojack, tirando al traste la forma de vida que llevaba el autor.

Mención aparte para la película Rebel in the Rye, donde Nicholas Hoult (muy conocido por interpretar al igualmente amado y odiado Tony Stonem en la serie británica Skins) realiza un trabajo de notable alto al intentar llevar a cabo la interpretación de Salinger. Su vida, la guerra que fue un punto de inflexión en su vida, y luego su afán por convertirse en escritor, y posteriormente ese alejamiento de los focos (que no está tan bien representado en la película como su relación con su mujer cuando decide convertirse en algo parecido a un eremita) son un intento fehaciente de representar qué y cómo fue su vida. Pero solo se queda en un intento ya que es muy difícil llegar a plasmar con total sinceridad en una cinta lo que es la vida de una persona, al igual que sus pensamientos y reflexiones.

Y cabría preguntarnos, ¿qué habría sido del mundo sin The Catcher in the Rye? Por algo ha llegado a ser uno de los libros más famosos dentro de la cultura popular. No deja de ser una novela juvenil, sin embargo tiene diferencias con la típica del género que podemos encontrarnos. De esta manera se nos presenta a un chaval llamado Holden Caufield, representación del joven rebelde adolescente. En sí, los pasajes de la obra no son demasiado importantes; lo que llega a hacer de este libro algo que ha traspasado todo y se nos ha quedado en la cultura popular son los pensamientos del protagonista. Se le ha tildado, como hemos dicho antes, de la ejemplificación de la rebeldía juvenil, pero cabría pensar ¿es un rebelde? ¿o simplemente no sabe vivir en el mundo que se va encontrando día a día? Y es que el propio relato es una narración en primera persona sobre las vivencias de Holden, el cual se va haciendo preguntas a sí mismo constantemente para intentar entender lo que le rodea y juzga lo que para sí mismo está bien o mal, o mejor dicho, lo que es importante o lo que no.

Todo esto, nos hace pensar que Holden no es un rebelde, simplemente es un superviviente. Las situaciones en las que se ve inmerso a veces son toscas y desagradables y el protagonista tiene que ingeniárselas para salir de ellas ya que no sabe vivir en los tiempos en los que ha nacido. Su relación con los profesores, y con su hermana llegan a ser positivas en ciertos momentos para que él consiga decidir lo que hará o no. También cabría la posibilidad de comentar su relación para con el sexo, Holden no consigue llevar a cabo el acto sexual ya que no le parece que la situación que está atravesando en ese momento sea idónea para hacerlo, y es en sí lo que ocurre en la escena con la prostituta; Holden pasa un mal momento y lo único que busca es que ella le dedique un poco de tiempo de charla y comprensión, mientras que ella lo tilda de neurótico y decide irse si no se van a acostar juntos.

Pensamientos oscuros también nublan su mente en algunas ocasiones, como cuando en su imaginación construye una realidad paralela en la que mata al chulo por haberle pegado al no pagar lo que habían estipulado tras la escena de la prostituta, o como cuando piensa que tiene cáncer al ver en una revista que tener una llaga en la boca es síntoma de ello.

También podemos encontrarnos preguntas que cualquiera tildaría de absurdas como la de ¿A dónde van los patos de la laguna de Central Park cuando llega el invierno?, y es que esa pregunta en sí para él es importante durante un tiempo en la obra; no sabe que ocurre con ellos, y hasta se lo pregunta a un taxista, recibiendo por respuesta que la madre naturaleza los cuida y no deja que les pase nada, o el tema de los peces en la laguna, los cuales se congelan y así hibernan y cuando se va el hielo de nuevo vuelven a vivir. Interesante la opinión de la gente de a pie, ¿verdad?

Cabe la posibilidad de destacar el lenguaje soez con el que el protagonista nos habla, y es que hay una gran variedad de insultos en la obra mediante los cuales el protagonista suele hacer referencia a la gente que no llega a ser de su agrado, algo bastante diferente que se aleja de la típica narración a la que estaban acostumbrados en esa época, pero es que los personajes con los que se va cruzando Holden son de lo más pintoresco, desde el genuino y odioso Ackley hasta su antiguo pervertido profesor Mr. Antolini con el que ocurre una de las escenas más raras de toda la trama, vemos rodeado a Holden de varios personajes que harán que aceptemos la aversión del protagonista a todo lo que le rodea, e incluso lleguemos a compartirla. Tan solo la pequeña Phoebe es la pequeña lucecita en la oscuridad y hará que nos planteemos que la sociedad no da tanto asco.

El libro es importante, ya lo hemos dicho, pero ¿cómo de influyente ha llegado a ser? Estamos ante un relato que ha llegado a marcar incluso hechos históricos. Un antes y un después ocurre en las vidas de varias personas que llegaron a leerse el libro y llegaron a obsesionarse con su historia y con todo lo que entraña. Sendos ejemplos son los de Mark David Chapman y John Hinckley Jr. El primero de ellos había comprado el libro antes de asesinar a John Lennon, e incluso se le puede ver en una foto con el ex-Beatle llevando la famosa gorra roja de Holden, además de que cuando la policía lo atrapó tras el asesinato lo encontraron leyendo la novela. El segundo estaba obsesionado con el libro, o eso dijo cuando fue interrogado tras intentar asesinar al ex presidente de EEUU Ronald Reagan.

En la música podemos ver canciones basadas en el propio libro, mencionando especialmente Catcher in the Rye de Guns N´Roses.

Ahora cabe contestar a la pregunta: ¿Nos hizo J.D. Salinger el amor? Vamos a intentar explicarlo. Con su obra, Salinger nos trata bien, nos abre los ojos a muchas cosas y nos sorprende con un gran regalo como es este relato. Nos lo pasamos muy bien con él e incluso llegamos al clímax en varias ocasiones. Pero luego al terminar desaparece de nuestra vista y no vuelve a darnos nada más. Y ¿por qué? Ya hemos mencionado su personalidad un tanto ermitaña y podría habernos dado más, pero como todos sabemos, prefirió quedarse en su casa antes de seguir ofreciéndonos nuevos trabajos con los cuales hacernos disfrutar. Salinger solo fue un lío de una noche, pero un lío que se queda en nuestra mente durante mucho tiempo y es difícil de olvidar. No creo que nos hiciera el amor, pero sí que nos dio una gran noche.

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